De paseo en Guatemala
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Es arriesgado decir que conoces un país con una única visita, y más aún si estuviste un corto período. Lo que sí es indiscutible es que no importa el tiempo de la visita, siempre te llevas una impresión que te va a acompañar siempre, puede ser muy distinta a la opinión de otros, pero es tuya!
Recientemente visité Guatemala por unos cuantos días. Después de la sorpresa de encontrar un aeropuerto prácticamente vacio y no tener ningún tipo de retraso para salir (lo cual me pareció genial y atípico), la primera impresión al salir a la ciudad fue que me recordaba muchísimo a Costa Rica, me sentía como en mi propio país, no sé si las calles, la forma en como están dispuestos los locales comerciales, las aceras. Unos minutos en la carretera me bastaron para darme cuenta que conducir en este país es cosa seria y de gente aventurera, pero pensé, quizá sea por ser la ciudad, tal vez el espíritu es diferente conforme vayas saliendo del centro y todo el estrés que eso representa.
No estuve mucho en ciudad de Guatemala, sino que fui directamente a Antigua. Apróximadamente una hora conduciendo y de pronto te topas con un lugar muy pintoresco, con sus calles empedradas y sus paredes de colores.
Apenas llegué y ya tenía muchísimas ganas de recorrer el pueblo...y eso hice. Los lugares históricos de Antigua son muy hermosos, nada caros y llenos de ángulos y vistas hermosas para que puedas tomar las más lindas fotografías.
La oferta gastronómica es super amplia. Puedes encontrar restaurantes, pubs, cafeterías, pastelerías y muchas heladerías, para todos los gustos y presupuestos. En mi caso, tener esa amplia gama de posibilidades cambia toda mi percepción sobre un lugar que visito. Los lugares que amo usualmente son los lugares donde mejor como!
Me parece que el encanto de este lugar está simplemente en caminar, ver que te encuentras en cada cuadra, disfrutar del paisaje, las tiendas de artesanías y recuerdos, tomarte el mejor café de tu vida y comer delicioso.
Cada hora en Antigua trae nuevas sorpresas, puedes ver a los locales en el parque, disfrutando de sus propias costumbres (como un pic-nic familiar con sus comidas típicas), usando sus ropas tradicionales, vendiendo sus juguetes y dulces propios de su cultura.
Estando en Antigua, me arrepentí un poco de no quedarme más días, realmente pienso que es un lugar especial, tranquilo y con mucho que ofrecer!
Mi siguiente parada: Lago Atitlán. Alrededor de dos horas y media conduciendo desde Antigua (acá pude corrobar que efectivamente la conducción es bastante temeraria). El camino...no puedo decir que fuera el mejor en términos de carretera, tal vez por eso existen tantos "Pinchazos" como le llaman en Guatemala a los lugares donde reparan llantas (y que me ha hecho una gracia enorme desde que lo vi). En términos de vista, el camino es un poco...triste, se puede ver mucha pobreza, los pueblos parecen lugares en los cuales el tiempo se estancó y el desarrollo no ha llegado.
El lago Atitlan es sumamente majestuoso, con sus aguas celestes, rodeado de volcanes y montañas. El paraíso para cualquier pintor que busca inspiración. El solo hecho de observarlo es una maravilla, pero tener la oportunidad de pasear en kayak, en lancha y por qué no? nadar en sus aguas, es toda una experiencia de paz.
El lago está rodeado de una serie de pequeños pueblos que se pueden visitar cruzando el lago, en ferry, lanchas comunales o pagando un servicio particular. Dentro de los pueblos, la mejor forma de movilizarse es caminando o por tuk-tuk. El tuk-tuk es un pequeño vehículo de 3 ruedas que puede transportar 3 ó 4 personas que tiene gran acogida en estos pueblos, probablemente por la facilidad de desplazarse en calles tan estrechas y porque parece ser un medio económico y que brinda trabajo a una gran cantidad de personas.
Al viajar al Lago Atitlán es imperativo llevar Quetzales, la moneda Guatemalteca, ya que la mayoría de lugares y personas que brindan servicios no aceptan tarjeta, algunos aceptan dólares pero a un tipo de cambio no muy conveniente. Existen ATMs pero no abundan, si la estadía va a ser limitada, lo mejor es planear con anticipación y llevar el efectivo que se espera gastar!
Si me preguntan qué es lo que más me gustó de este país en mi corta visita, debo decir que, en primer lugar, la gente, el trato de los guatemaltecos, en mi experiencia, es uno de los mejores que he tenido, sumamente amables y colaborativos. El café es simplemente una delicia, no me tomé un café regular o feo ni una sola vez, todos los cafés que probé eran dignos de un premio internacional! una maravilla! Y me encantó que los precios no eran excesivos y había una oferta muy interesante.
Hasta acá llega la historia de mi experiencia en este lindo lugar, deseosa que se repita pronto!